Si
pudiésemos ver una panorámica en donde se registrara todos los acontecimientos
que ha vivido Colombia desde el siglo XIX hasta la actualidad, nos encontraríamos
con una Historia llena de muerte, violencia, pasiones, amores, caos y demás
momentos que han afligido a la población de todos los estratos y condiciones
sociales. El imaginario que se ha creado a partir de ello ha inspirado miles de
obras artísticas que van desde la literatura hasta la pintura en una gran
variedad de formas y estilos que intentan representar e interpretar las
diferentes realidades del país.
Debido
al inmenso valor que estas obras tienen no solo para el país, sino para el
mundo. Técnicas como la digitalización ayudan a divulgar y hacer perdurable
estas expresiones artísticas, haciendo que lleguen a más gente y que las
reflexiones que inspiren tenga más valor. Pues al estar en una plataforma
digital, se puede acceder a ellas siempre y desde cualquier lado.
La
pintura Colombiana como antecedente y retrato histórico
En
los ires y venires que pasan en este país, han ocurrido tantas cosas que en la
mente de genios como Botero o Carolina Cárdenas, provocaron esa chispa
inspiradora que una vez presente transforma todo en una visión artística. Para
poner en relieve esto, tomaremos algunas obras de grandes pintores que con sus
obras han dejado una huella.
En
la época Colonial, debido al aislamiento al que estaba sometido Santafé, las
escuelas de bellas artes o talleres de enseñanzas de este tipo eran
prácticamente nulos. Entre los pocos talleres que se encontraban en el siglo
XVII estaba uno ubicado en el barrio las Nieves, el cual era comandado por el
español Baltasar de Figueroa, quien fue maestro del reconocido pintor
Neogranadino Gregorio de Arce y Ceballos en cuyas obras primaron las pinturas
religiosas y costumbristas. (García, 2001, En línea)
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Más
adelante, a principios de siglo XX, la ciudad de Bogotá vivía profundos cambios
en muchos aspectos, y el arte, no era la excepción. Aparecieron en escena
nuevos pensamientos, conectados con corrientes europeas como el expresionismo.
Una de sus mayores exponentes fue Carolina Cárdenas (Restrepo, 1998, En línea)
que entre diatribas y viajes por Europa, entro a estudiar Artes plásticas con
el maestro Roberto Pizarro en 1928. Su gran legado está en ser una de las primeras
figuras mediáticas del país y de ser además de pintora, modelo.
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Finalmente,
podemos mencionar al pintor Colombia que en la actualidad ostenta el título del
más famoso y aclamado. Y como no, fijándonos en lo creativo de sus trazos y la
viveza de sus colores. No podemos referirnos a otro que a Fernando Botero.
A
lo largo de su prolífera carrera en la que aparte de pintar también se ha
dedicado a esculpir. Este gran maestro ha querido impactar con sus obras desde
sus gustos, preocupaciones y pasiones que genera la muerte y los horrores que la
guerra ha dejado. (González, 2006, P 92).
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Todas
estas pinturas, son un reflejo de diferentes momentos por lo que ha tenido que
atravesar Colombia: una avocación casi unánime a la iglesia, un periodo de
transición en el que tanto las elites como los sectores subalternos estaban
cambiando, o la violencia que empezó a germinar en gran parte del territorio
dejando como saldo ríos de sangre y muchos odios. Claro esta que esta es solo
una pequeña muestra de la variedad que hoy en día vemos y que con sus obras
vemos el reflejo de lo que somos como sociedad.
¿Por
qué digitalizar?
Al
haber implícitos tantos elementos de representación y de identidad en el arte, tiene
mucho sentido buscar maneras de que este perdure para que futuras generaciones
puedan acceder a él. A parte, también está el problema de que muchas de estas
obras de arte corren el riesgo de deteriorarse ante factores como la luz, la humedad,
la mano del hombre, etc. En el museo de Van Gogh en Ámsterdam, por ejemplo, uno
de los graves problemas que se dio fue por el impacto que las luces provocaron
sobre las pinturas, que después de estar mucho tiempo expuestas a los rayos UV,
comenzaron a decolorarse. (Clarin, 2014, En línea).
Otro
aspecto que nos da pie a la digitalización de obras de arte es la difusión.
Gianni Vattino sostiene que si bien mucho de lo que ocurre en nuestras vidas esta
por fuera de la “nube” es lo que ocurre precisamente en este espacio lo que
queda en nuestro imaginario social y, en cierto sentido lo que cuenta (Banco de
la Republica, 2013, En línea).
Proyectos
como los que el banco de la Republica de Colombia y Google han lanzado (Google
Art Project) en donde las personas pueden acceder a un amplio catálogo que
incluye cuadros de Botero y algunas piezas de alfarería del museo de oro
(adscrito a este banco también) muestra las bondades de la digitalización.
Todos
estos ejemplos nos muestran los diversos usos que tiene la digitalización, pero
también dejan ver lo difícil que es el proceso (sobre todo por el aspecto económico),
a tal punto que entidades de peso como google o el Banco de la Republica son
los que se han encargado de liderar este tipo de proyectos. Aun así, lo que
apremiante es que el interés en toda la comunidad surja para que este esfuerzo
que se realiza no sea en vano.
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