El
presente artículo tiene como objetivo dar un concepto acerca de lo que es la
archivística, pero, a medida que leía, un elemento común se destacaba entre
todos los artículos y trabajos usados en este escrito, el continuo debate
acerca de la posición de la archivística, si es ciencia, o es técnica, o es
algo mucho más complejo que eso. A raíz de encontrarme con este debate tantas
veces caí en cuenta de que este era un elemento muy importante en la
archivística y más si se quiere hacer algo tan complejo como conceptualizarla. Es
por eso que el objetivo inicial cambio, ya no se va a hablar únicamente del
concepto de la archivística, ahora se va tratar de explicar cómo influye este
debate de la cientificidad de la archivística a la hora de conceptualizarla;
para esto se va a recurrir a varios trabajos, en especial a uno realizado por
la Universidad Nacional Autónoma de México en el año 2011, también a varios
artículos de distintos autores. Para dar inicio a este trabajo se va a dar
primero el significado de conceptualizar y se va a hablar un poco acerca de la
historia de la archivística y su evolución a través de los años.
Cabe
resaltar que la mayoría de la bibliografía encontrada proviene de países como
España y México, donde la archivística goza de una posición privilegiada, se
puede observar un gran contraste entre la posición de la archivística en esos
países y en Colombia, mientras allá esta ya se encuentra consagrada, en nuestro
país apenas se está consagrado y surgiendo, siendo hasta este año inaugurada la
carrera de Historia y Archivística en la Universidad Industrial de Santander.
El hecho de que los trabajos usados para este ensayo provengan de otros
lugares, hace que el conceptualizarla dentro del contexto de nuestro país sea
muy complicado, no es lo mismo la archivística en España que en Colombia, pero
no es imposible soñar con que esta disciplina pueda evolucionar en nuestro
país, es nuestro trabajo lograr posicionar a la archivística en nuestro país
como instrumento para crear memoria y no olvidar nuestra historia y sus
personajes que de manera positiva o negativa han marcado nuestro país.
Espero
sea de agrado del lector este trabajo e invito a las personas que estamos
estudiando carreras afines a la archivística a que estudiemos el estado de la
archivística y de los archivos en nuestro país con el fin de poder preservar
nuestra historia y logra posicionarnos a nivel mundial, no es tarea fácil, más
si se viene de un país donde la memoria histórica es algo que al gobierno y
gran parte de la población no le interesa, pero no es imposible; al ser la
archivística algo relativamente nueva en nuestro país, se mantiene la esperanza
de que tal vez más adelante más y más personas se interesen por ella y en un
futuro se publiquen más trabajos y artículos referentes a esta.
¿Qué es conceptualizar?
Para
comenzar a hablar sobre la conceptualización de la archivística primero tenemos
que tener en cuenta el significado de “conceptualizar”, el diccionario de la
Real Academia Española (RAE) nos dice que esta se define como el tratar de forjar
conceptos acerca de algo, otros diccionarios definen esta palabra como la
elaboración bien detallada y organizada de un concepto a partir de datos
concretos o reales; a partir de estos conceptos podemos decir que el
conceptualizar es darle un significado, una definición a algo pero teniendo en
cuenta bases teóricas y diferentes datos. Es importante dar este concepto antes
de comenzar con el ensayo, para de esta manera no encontrarnos perdidos a
medida que se avanza con este trabajo.
La archivística y su
evolución a través de la historia.
A
lo largo de la historia del hombre va ligada la historia de la archivística,
Elio Lodolini, un autor italiano, ubica a la archivística antes de la aparición
de la escritura.[1]
En el momento en el que surge la práctica archivística y hasta la baja edad
media, la palabra archivo indicaba al lugar en el que se conservan los
documentos y el que una persona sea encargada a trabajar en archivo ha sido
sinónimo de castigo, los archivos se asocian frecuentemente con lugares oscuros
y escondidos.
Los
archivos durante la baja edad media sufrían de una carencia de un cuerpo
técnico archivístico, estos se organizaban de manera que cumplieran con una
función práctica y funcional de la administración; durante ese tiempo los
archivos gozaban de independencia y se consideraban como entidades
individuales, es el caso del archeior
griego y del tabularium romano, dentro
de estos archivos habían empleados como en cualquier otro archivo moderno,
habían personas que se encargaban de la custodia, de la censura y también
existían prefectos, estos se regían por una serie de estrictas normas
jurídicas. La función de los documentos era la de servir como objeto para
testimoniar los negocios administrativos y jurídicos, por ende estos contenían
fe pública.
Hacia
finales de la edad media y hasta la ilustración el archivo mantuvo su
significado de aquel lugar donde se guardan los documentos, este mantenía una
condición administrativa y jurídica, y la disciplina se convirtió en una
técnica que auxiliaba a la administración. En el siglo XVII la archivística
comienza a tener un cuerpo teórico, se comienzan a publicar procedimientos para
recoger, describir y poner a disposición de las instituciones productoras los
documentos, esto se hace por medio de ordenanzas, cartillas, y varios métodos
prácticos. Para finales del siglo XVIII surgen dos métodos diferentes para la
organización de los archivos; el primero de ellos fue propuesto por Pierre
Camille Lemoine, el cual recomendaba en 1765 que los archivos se organizaran alfabéticamente
por materias y otra organización por tipos documentales. Para el año 1778 J.G
Chevriéres propone el segundo método en el cual dice que la organización
archivística se debía realizar por orden cronológico de los documentos. Hasta
la primera mitad del siglo XX estas dos obras tuvieron una influencia muy
grande en los archivos tanto en Europa como en Hispanoamérica.[2]
Hubo otros acontecimientos que ayudaron a la ampliación de la metodología de la
archivística, uno de estos eventos fue la Revolución Francesa, entre varios
otros.
Durante
el siglo XIX, se dan las causas determinantes para que se organicen los
archivos por materias, una de ellas es la herencia dejada por el racionalismo[3], la ilustración, asimismo durante esa época
estaba en furor la investigación histórica, de igual manera la forma como se
organizaban los archivos en esa época, con documentos que provenían de
distintas oficinas, de diferentes lugares, los cuales en los múltiples
traslados sufrían perdidas, daños, y algunos de estos que mantenían relación
entre sí, al momento del traslado la perdían y la relación se destruía,
contribuyeron también a la organización por materias en los archivos.[4]
Para
el siglo XIX y comienzos del XX, se percibe a la archivística como una técnica
al servicio de la historia, el esfuerzo hecho por los archivistas durante esa
época estaba encaminado en su mayoría a proporcionar a los historiadores con la
materia prima para sus investigaciones, es durante esta época cuando se
presentan grandes avances en la descripción archivística y en los estudios
diplomáticos. Los archivos y la actividad de archivistas eran practicados por
historiadores, abogados y eruditos. En esta época la archivística y la bibliotecología,[5] se
van acercando y el Sistema de Clasificación Dewey[6] se
adopta para la organización de los documentos. Son estos archivistas, los
archivistas historiadores, los que mientras buscaban un mejor servicio de los
archivos a la historia, formularon a mediados del siglo XIX los principios
fundamentales de la archivística moderna.
En
el año 1898 se publica el manual de organización de archivos de los holandeses,
S. Muller, T. Feith y J. Fruin, este recogió y sistematizo la teoría de Natalis
de Wally acerca del principio de procedencia y el de orden original, lo que los
holandeses proponían en su manual era que los documentos deberían respetar las
divisiones administrativas de la entidad de la cual procedían. El manual hecho
por los holandeses fue aprobado en la feria mundial de Bruselas, Bélgica en
1910 y hasta el año 1940 fue traducido al inglés por Arthur J. Leavitt, esta
traducción lleva como título “Manual for
the arrangements and description of archives”
desde el momento de su publicación y hasta nuestros tiempos, este manual ha
sido considerado como uno de los referentes de la teoría archivística.
Los
archivos administrativos no gozaron de la misma popularidad que los archivos
históricos, la atención que se le daba a archivos de carácter administrativo
era muy poca o en algunos casos nula, no es sino hasta después de la Segunda
Guerra Mundial, entre 1939 y 1945, que este tipo de archivos comienza a recibir
la atención que durante varios años se le había negado. Un suceso muy
importante, que tuvo resonancia mundial incluso hasta en nuestra época, hizo
que se favoreciera la generación de una nueva teoría archivística, la cual
habría de darle importancia a la recuperación de la dimensión administrativa de
los documentos, este acontecimiento fue la recesión económica de los Estados
Unidos en el año 1929.[7]
Como
resultado de la gran depresión económica de 1929 surge la teoría del Records
Management, esta nace como una consecuencia del querer agilizar la
administración para así poder alcanzar y contribuir a la recuperación
económica. La propuesta principal de esta teoría decía que no todos los
documentos debían conservarse, que estos se debían gestionar para decidir si se
almacenaban o se destruían. La llegada de la teoría de la administración de
documentos y la aparición de las tecnologías de la información, favorecieron el
desarrollo de la archivística.
A
lo largo de los años, los conceptos de archivo que se han ido proporcionando,
han sido muy diferentes los unos de otros, pero algo que todos tienen en común
es que rescatan la esencia de que los documentos son producidos dentro de la
actividad administrativa. Esto ha hecho que a la archivística se le haya
cambiado el nombre a través del tiempo, de archivología pasa a ser
archivística, se establece que su objeto de estudio son los archivos y que su
método de trabajo estaría compuesto por los principios de procedencia y de
orden original.
En
el año 1977 aparece una nueva teoría acerca de los documentos, esta teoría es
la “teoría de las edades de los documentos” la cual dice que los documentos
tienen un ciclo de vida, nacen y mueren, y en algunos casos resucitan. Los
archivistas canadienses en el año 1992 proponen una nueva archivística, “la
archivística integrada” la cual quiere decir que la administración o gestión de
documentos y la archivística no son disciplinas diferentes, sino que la
administración de documentos debía introducirse a los fundamentos teóricos de
la archivística; este fue aceptado en el Congreso Internacional de Archivos del
año 2000 dentro de la norma internacional de descripción archivística.
La controversia de la
archivística, su concepto y carácter científico.
A
pesar de muchos adelantos históricos y prácticos, alrededor de la archivística
todavía existe una controversia, el carácter científico de esta y su propio
concepto como tal. Este continuo debate hace que sea muy difícil definirla. En
un comienzo la archivística fue un auxiliar de la administración, luego paso a
serlo de la historia para volver a ser
auxiliar de la administración, ahora se quiere incluir a la archivística dentro
de las ciencias de la información e incluso considerarla como una ciencia.[8]
El
archivista e historiador francés Michel Duchein escribe en su artículo, “Les Archives dan la Tour de Babel. Problèmes de
terminologie archivistique international” acerca de la
“torre de babel” de los archivos, en este el archivista dice que cada país
tiene su propia terminología y que incluso dentro de la terminología propia de
cada país hay una profunda desavenencia entre los términos. El archivista
neerlandés Eric Ketelaar se refiere también a esta controversia acerca del
concepto de la archivística al decir que los autores se refieren a esta como si
fuera un término universal, pero como este no está aceptado universalmente se
genera una confusión innecesaria que no debería existir. La mayoría de archivistas
europeos consideran que la archivística ya tiene un concepto señalado: teoría
de los archivos; mientras los de América del norte y Australia difieren de
estos ya que ellos utilizan es el término de records management.[9]
Uno
de los requisitos más importantes para que cualquier ciencia sea considerada
como tal, es que tengan una terminología propia, que esta sea entendida por
todas las personas que se dedican a esto en cualquier parte del mundo, ya sea
en Francia como en Bolivia, lastimosamente la archivística todavía no tiene una
terminología propia aceptada mundialmente, se han hecho innumerables esfuerzos
por lograr unir todos los términos en un solo vocabulario, pero esto no ha sido
posible.
No
solo el concepto y la cientificidad de la archivística están rodeados de controversia,
sus principios básicos también han sido cuestionados y puestos en crisis por
los adelantos hechos en el estudio de la disciplina, así como por el desarrollo
de las tecnologías de información y por la corriente filosófica conocida como
el postmodernismo. El principio de procedencia, el cual establece que los
documentos producidos por una institución y sus dependencias no se deben
mezclar con los de otras, se debe replantear ya que este “solo responde a la
recreación de las relaciones de poder y no a una necesidad de contestar
testimonios de la sociedad”[10]. Es
de esta manera como la historia de varios grupos de personas ha sido relegada,
olvidada o no se encuentra mucha información, por ejemplo la de las mujeres,
los indígenas o de minorías que a las personas en el poder no les interesan
mantener o guardar testimonio; por esta razón el principio de procedencia se
debe modificar y construir uno nuevo basados en el contexto social.
La
profesora de la universidad Carlos III de Madrid, España, María Paz Martin-Pozuelo,
da un concepto de archivística basándose en los estudios de Cook: “la
archivística es el conocimiento requerido y el proceso aplicado para la
definición de conceptos, modelos, productos, mecanismos y procesos, que
permitan la concepción, el diseño, la construcción y la evaluación de sistemas
capaces de concebir, producir, controlar, conservar o retirar documentos
generados por las organizaciones y que poseen un contenido significativo para
propósitos específicos: la evidencia informacional, la toma de decisiones, la
salvaguarda de derechos y el progreso de la ciencia y la cultura”[11]. Otro
concepto que se le da a la archivística, es el proporcionado por el Consejo
Internacional de Archivos (ICA por sus siglas en inglés) este define a la archivística
como “el estudio teórico y práctico de los principios, procedimientos y
problemas concernientes a las funciones de los archivos”.[12]
Este se podría considerar como un concepto más resumido y concreto al dado por
la profesora Martin-Pozuelo
Según esta escrito en el manual de archivos holandeses
al archivo lo podemos definir como “[...] el conjunto de los documentos
escritos, dibujos e impresos, oficialmente recibidos o producidos por un órgano
administrativo o de uno de sus funcionarios".[13]
De esta definición difiero ya que como se expuso anteriormente el principio de
procedencia está muy enfocado a la parte administrativa, según esta definición
no se le deja espacio a que elementos producidos por personas comunes y
corriente pasen a convertirse en archivo, por ejemplo la tradición oral, el
relato de una mujer víctima de la violencia, entre mucho otros; como se explicó
anteriormente a la persona en el poder no le interesa que la historia que no
sea administrativa, se convierta en memoria.
En una definición de archivística que en nuestra época
se puede considerar como polémica, ya que define a la archivística como ciencia
cuando el debate todavía está abierto, Charles Víctor Langlois en 1895 se refiere a esta como la science des
archives, la cual se ocupaba de “[...] la economía, organización teórica,
descriptiva y comparada y de la historia de los depósitos de archivos”[14]. Para
el año 1961 Aurelio Tanodi, archivista croata de nacionalidad argentina, da una
definición diferente a la dada por Langlois, este ya no se refiere a esta como
ciencia sino que la define como “una disciplina auxiliar o funcional de la
administración y de la historia, que se refiere a la creación, historia,
organización y funciones de los archivos y sus fundamentos legales o jurídicos”[15]. Tanodi
no se refiere a esta como ciencia ya que encuentra que su “cuerpo teórico es
débil, su método no es universal, y porque aún no cuenta con una terminología
común, entre otros requisitos que debe poseer toda disciplina que intente
llamarse ciencia”.[16]
El concepto claro acerca de lo que es la profesión de
archivística aún no está definido, existe todavía controversia acerca de que
es, si se trata del de un “técnico al que se le exige vasto conocimiento
histórico, el de tener la visión de mago para discernir acerca de lo que se va
a poner de moda en la investigación y de esa manera destruir los documentos que
no se necesita, etcétera.”[17] A
lo largo de su historia la archivística ha estado marcada por tres grandes
sucesos, La Revolución Francesa, La Segunda Guerra Mundial y la revolución de
las ideas que ocurrió en el último tercio del siglo XX, esto condujo a la
institucionalización de las disciplinas, los tres sucesos que marcaron la
historia de la archivística, también tuvieron un impacto y varios cambios en la
política mundial.
Conclusión
Tratar de conceptualizar la archivística es algo muy
complicado como se puede observar en el ensayo, alrededor de esta hay varias
controversias que necesitan ser solucionadas para poder dar un concepto que
defina de manera completa a esta. Se sabe que es lo que estudia la
archivística, los archivos, se tiene una metodología para el estudio de esta,
principio de procedencia, pero su concepto como tal no se tiene claro.
Respondiendo a la pregunta central del ensayo de cómo el debate acerca de la
cientificidad de la archivística afecta su conceptualización, se puede llegar a
la conclusión que este si la afecta, no se le puede definir si todavía no
sabemos si es ciencia o disciplina; los conceptos dados por los autores en este
trabajo no deben ser adoptados, estos ayudan a comprender la archivística, pero
todavía no hay un concepto que logre definir de una manera completa a la
archivística sin dejar de lado su continuo debate,
El dar el concepto de archivística es un tema
controversial, aún existe polémica sobre su carácter científico e incluso sobre
sus principios teóricos, después de haber leído y hecho este trabajo, para mí
la archivística consiste en el estudio y conservación de cualquier documento,
objeto o elemento que se puede usar para la investigación y análisis de la
historia, tanto administrativa como cultural entre otras, de cualquier grupo,
pueblo o sociedad del mundo; los documentos[18]
no deben discriminarse, se deben conservar tanto documentos que hablen sobre la
historia administrativa, así como documentos que hablen sobre la historia cultural
y social de los pueblos y distintos grupos de personas, esto con el fin de
garantizar que las minorías y los grupos que no tienen mucho poder puedan tener
su espacio en la historia reconocido.
En cuanto al debate sobre la cientificidad de la
archivística, en mi opinión esta todavía no se puede considerar como ciencia,
existen varios inconvenientes que hacen que la cientificidad de la archivística
no se haya alcanzado todavía, pienso que antes que ciencia, la archivística
funciona mejor como disciplina al servicio de la historia, y al servicio de
otras ciencias y disciplinas. La archivística, llega incluso a funciona mejor
cuando se relaciona con otras disciplinas como la bibliotecología y las
ciencias de la información, pero a está todavía le falta mucho por recorrer
para que pueda ser considerada ciencia.
Por: Zaira Lucia
Álvarez Jaimes
Fabio Alberto
Rueda Orejarena
Paula Jemima
Carreño Gómez
Yurley Mariño
Moreno
Archivística, Escuela de Historia
Universidad Industrial de Santander
Bucaramanga,
2016
Bibliografía
Dificultades para la concepcion de una clasificacíon
universal en Archivística. María
Paz Martín-Pozuelo Campillos.
Madrid : Universidad Carlos III de Madrid.
El Archivo del
ayer al mañana, La Archivistica entre tradición e innovación. Elio Lodolini. 1995. s.l. : Boletin ANABAD, 1995.
Los Archivos y
la Archivística a través de la historia. Díaz Rodríguez, Maria del Rosario. 2009. La Habana : s.n., 2009.
Rendon Rojas,
Miguel Angel; Cruz Domínguez, Silvana; Hernández Carmona, Evaristo; Ramírez
Aceves, Merizanda; Sánchez Espinoza, Ariel. 2011. Bibliotecología, archivística, documentación:
intradisciplina, interdisciplina o transdisciplinariedad. Ciudad de
Mexico : Universidad Nacional Autonoma de Mexico, 2011. ISBN:
978-607-02-0749-5.
[1]LODOLINI,
Elio. El archivo del ayer al mañana (la
archivística entre tradición e innovación). Boletín de la ANABAD. Tomo 45,
N°1, 1995. Pp. 39-50.
[2] RENDÓN
Rojas, Miguel Ángel, et al. Bibliotecología, archivística, documentación:
intradisciplina, interdisciplina o transdisciplinariedad. Universidad Nacional
Autónoma de México. Ciudad de México.
2011. Pp. 52
[3]
Corriente filosófica que argumentaba que solo se podía conocer a través de la
experiencia y que solo aquello que se puede sentir, existe.
[5] Este
término hace referencia al conjunto de actividades técnicas y científicas que
tiene como finalidad el conocimiento de la información, de los materiales en
que se presenta y del lugar en que se hace uso de ello, para con esto responder
mejor en calidad y cantidad a las demandas de información que hace la sociedad.
[6] Este es
un sistema de clasificación de bibliotecas. Se divide en clases y las diez
grandes clases que lo conforman son: 1.) Ciencias de los computadores,
información y obras generales. 2.) Filosofía y psicología. 3.) Religión y
teología. 4.) Ciencias sociales. 5.) Lenguas. 6.) Ciencia. 7.) Tecnología. 8.)
Artes y recreación. 9.) Literatura. 10.) Historia y geografía.
[7]
SHELLENBERG, Theodore. Archivos modernos:
Principios y técnicas. Manuel Carrera E., México, AGN, 1987.
[8] RENDÓN
Rojas, Miguel Ángel. Pp. 57
[10] RENDÓN
Rojas, Miguel Ángel. Pp. 61
[11] MARTIN-Pozuelo,
María Paz. El futuro inmediato de la
investigación y la formación en archivística: tres decálogos para el debate.
Actas del XVIII Congresso nacional de bibliotecários.
arquivistas e documentalistas. Lisboa BAD, 2004. Pp. 23-38.
[12] RENDÓN Rojas, Miguel Ángel, et al. Bibliotecología, archivística,
documentación: intradisciplina, interdisciplina o transdisciplinariedad. Universidad
Nacional Autónoma de México. Ciudad de México. 2011. Pp.51
[14] MARTÍN-Pozuelo,
María Paz. La construcción teórica en
archivística: el principio de procedencia. Madrid, España. Universidad
Carlos III, 1996.
[15] TANODI,
Aurelio. Manual de archivología
hispanoamericana. Teoría y principios. Córdoba, Argentina Universidad
Nacional, 1961.
[18] Cuando hablo de documentos me refiero a los distintos elementos que se
pueden considerar como fuentes y como archivo, tradición oral, fotos, pinturas,
películas entre otros.
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